Ésta tiene por objeto definir el valor comercial que tiene la propiedad. Esta gestión la realiza un especialista contratado para estos fines, por la institución financiera que recibe la propiedad en cuestión como garantía hipotecaria. Este valor puede ser distinto al valor de compraventa pactado entre el vendedor y el comprador solicitante. Hay que advertir que la institución financiera toma los resguardos necesarios considerando un valor normalmente conservador, que puede ser menor al pactado y por lo tanto estar dispuesto a ofrecer un crédito por un monto inferior al requerido. La tasación considera entre otros antecedentes: superficie del terreno, superficie construida, antigüedad, ubicación, barrio, orientación, calidad de la construcción, terminaciones, valor asegurable, etc.